¡Qué triste! la vida le da la razón a las palabras
y no las dejan ser hipérboles de duda.
Alguna vez dije que la libertad
existía sólo como concepto.
No sé entonces si el mundo estaba más cerca
de que los conceptos fueran realidades,
pero hoy parece que se aleja,
la ilusión de “libertad”, era un cristal
lejano al que pensábamos acercarnos.
Los caminantes fueron por él,
los más escépticos les miraron
y al ver que era un espejo,
escépticos conocieron la decepción
y caminantes se empeñaron a atravesarlo;
como Narciso, decidieron sumergirse y perderse
en el intento de poseer una ilusión.

“¿Cómo lo sabes,
que era una ilusión?”

Porque mientras antes caminaba a paso firme
sin sentir la rosa de los vientos
ni las formas de la Tierra,
sin sentir miradas puñaladas,
ahora apenas doy pasos apresurados
si la angustia lo permite
en dirección permanente hacia enfrente,
pero no hay reflejo, no hay cristal,
el camino se borró y mis pasos…
…Mis pasos apenas recuerdan mi joven caminar.