Author Anapaula Bustamante

Me he cansado de ser fuego y que mis heridas me abrasen

En la geometría la vida inicia en un punto. En la escritura el punto indica un fin.

Despierto por curiosidad. A veces de mí, a veces del mundo,

A falta de destinatario coherente, las ideas vienen a mí y yo he empezado a dirigir cartas a los días.

El mundo se aleja y sus pasos son las manecillas del reloj,

Escribo cuando me miro del otro lado, cuando conozco el nombre de lo que siento.

No quiero que el adiós entre por la ventana,

We thought we lived in the information era, the third industrial revolution, the time of science, a world in which knowledge was power.

De vez en cuando mudo-enuncio porque no sé resignarme

Hay momentos en los que te abandona el habla, pero no el pensamiento ni la imaginación ni mucho menos las ideas.

Vivo bajo el entendido de que nada me pertenece. Aquellas cosas tengo la oportunidad de percibir o con las que puedo compartir un instante y un espacio, se presentan frente a mí día a día y de alguna forma son parte de mi vida.

Aquella ventana fue mi juventud… Mis fugitivos sueños, tan remotos como eternos,

He conocido tres tipos de días: los que apenas pasan, los que vuelan, los que quieren volar.

January 28th, 2020 As if dawn was a slap, the future wakes you up with no compassion.

El reloj marca el compás, el cielo baila a su ritmo,

Un placer ser un espejo, cuando no quiero ser cristal

I wonder if we fall in love with dreams. Not only ours but others’ dreams.

“No puedes vivir para un futuro que no sabes si algún día llegará”

Now I see it. You only overcome your fear of death

I don’t know how to say goodbye to moments.

En un breve guiño a la semana pasada, pesada, a las horas guardadas,

Tengo el deseo de ser mejor que el ser humano que fui al principio de mi vida.

Leo porque no sé lo que siento y necesito que alguien me lo diga.

When I see your smile, I can almost listen to your dreams,

This is the face of rage after a day of smiles.

Si me preguntaran a qué sabe la vida, diría que tiene un sabor agridulce.

Puntos finales escribo con frecuencia, pero en realidad no sé decir adiós.

En el primer instante de silencio me deshago. Se acerca la noche y no hay presencia

A veces solo hace falta despojarte de todo, sentarte en la cama en silencio

Para una nueva noche, un nuevo poema, aunque se me olvidaran las palabras,

Hace tiempo que el café no es ya reconfortante.

A veces parece que nada en el mundo es tuyo,

Una termina escribiendo porque se queda sin oídos, sin brazos y sin empatía que le escuchen.

El frío a veces escapa de las manos se mete y desliza por la espalda.

Si supieras que te imagino en los otros, que no hay un recuerdo tuyo

La mujer que conoces no siempre fui yo. La mujer que amas es un conjunto

Lo que vivo no es horrible, sólo suficiente para darme cuenta

¡Qué triste! la vida le da la razón a las palabras

Con Neruda me acuerdo de ti… inevitable pensarte con sus versos,